Saldrá el Sol

Es triste verte caminar de espaldas a mis ojos.

Es triste sentir lejos tu olor, tu color y tu calor.

Es triste seguir el camino sin tu mano entrelazada a mis dedos.

Es triste mirar por la ventana sin que estés revolviendo mi pelo.

Es triste tener en mis oídos el último susurro de tu boca diciendo te quiero y limitar mi grito amoroso al silencio.

Es triste recorrer kilómetros sin tu risa deshaciendo mi apagada e irritante mirada.

Es triste completar el viaje sólo junto a mi música necesitando tu abrazo.

Es triste llegar a casa con el sentimiento de que pudo ser, por lo menos, un minuto más.

Es triste caer en la paz de mi habitación sin la abundante energía que desbordas y tienes para entregar.

Es triste no tenerte en este momento. Aquí. Ahora junto a mí, diciendo te quiero, sintiendo como late mi corazón cuando estás más cerca. Besándome.

Mas, toda esta tristeza, todas aquellas emociones y sensaciones se hacen nada ante la felicidad del porvenir.

Ante la alegría que provoca el saber que saldrá el sol y veré tus dulces ojos, tu desinhibido caminar y podré sentir el calor de tus brazos nuevamente.

Un te extraño  sólo es placentero cuando sé que mañana empieza otra vez y en mi sinfonía progresas y te mueves con libertad; disfrutando de nuestra mutua, agradable y sin medida compañía.

ROMA hacia atrás!

Si no lograra revivir en medio de la desazón que provoca el caer.

Si no contextualizara cada uno de mis pasos.

Si no ordenara lentamente los rasgueos de mi canción.

Si no motivara cada capacidad a comenzar a actuar.

Si lo mío fuera estar lejos.

Y si aquí estuviera por horas... 

Seguiría creyendo que el propósito

existe y que todo pasa para algo nuevo y refrescante.

Seguiría descansando.

Permanecería sosegado en la beldad de vivir hoy.

Me detendría sólo en el compás que indica cambio de ritmo

o el silencio de redonda ( que por más que sea el más largo, sigue siendo pequeño).

Es aquí donde la simpleza de las cosas, la simpleza de un detalle, 

generan cuadros eternos y llenos de colores, esos colores

que, cautivados por la imaginación, disfrutan interactuando con sus pares...

Pueden decir que es una locura. Que la vida generalmente tiene un sólo color,

que, dependiendo de la vida, puede ser blanco, negro o gris. De todas maneras,

yo lo llamo encanto, un encanto de arcoiris creado con preocupación, humildad, 

esperanza, fe y, por sobretodo, amor (incondicional, eterno e incomparable, por lo demás).

Es en los detalles donde  más se alegra un corazón. No sé si yo seré detallista,

mas siempre trato de vivir en lo afable y sencillo, o sea, vivir sin complicaciones 

tontas y perturbadoras, preocupándome sólo de hacer y deshacer 

activa y/o pasivamente todo con, en y por amor. 

Ese amor que en nuestra egoísta soledad es sólo una obsesión y que 

en la distancia es desesperantemente incierto. 

Aquel amor que, no obstante, empieza con DI y termina con OS.

Quizás, no sepamos amar, es decir, a lo mejor existe en nuestro mundo un archivo aún por reciclar.

O no tengamos conciencia de los verdaderos deseos de nuestro corazón y nos ahogamos 

cuestionando y tratando de explicarnos todo lo que hacemos.

En fin, "Summer"  decía en una de sus primeras conversaciones

 con  Tom (500 days of Summer) que el amor es sólo una ilusión y casi siempre estoy de acuerdo con ella, sólo porque pienso que se refería  al amor Erótico simplemente y no al Agape, donde Dios es Amor. 

Lo amo y, por supuesto, soy muy correspondido. 

Pero, hay una ocasión en la que discrepo con dicho personaje y es fácil (al menos para mí):

Cuando pienso en las mujeres el amor sigue siendo una ilusión. 

Ahora bien, cuando pienso en LA mujer, esa que Dios prepara día tras 

día para mí y que desde ya amo, 

el amor es lo más hermoso, dulce y perfecto que pudo Dios crear (era que no, si él lo es).