¿Así, tal cuál?
¿Con maletas y asientos reclinables?
¿Lindos paisajes?, ¿Un mundo nuevo?, ¿Travesías inagotables en un solo despegue?
Sí. Quiero. Quiero estar a tu lado. Quiero dejarme abrazar por tu amor. Aquí estoy.
Con amor y dedicación en mis maletas. Disfrutando cómodamente de la vista. Conociendo cada día
un poco más de ti. Enfrentando el vértigo de tu voz haciéndome volar y reír.
No te detengas. Acompáñame a acompañarte. Continuemos. Avancemos. Cerremos y volvamos a abrir nuestros ojos encontrándonos con ellos, retina a retina, dispuestos a caer en amor. Entrelazando los dedos y contemplando lo que Dios, en su sabiduría y perfección, moldea, acorde a sus propósitos en nuestras vidas, en nuestros corazones, esos corazones dispuestos a viajar, esos corazones que ya están viajando, al menos desde esos 5 segundos que cambiaron el rumbo de tal área de mi vida. Esos segundos que inmortalizaron la imagen del verde, rojo y azul de la inolvidable noche en tal banca.
Hoy, ya creo, siento, quiero y puedo decir que Te Amo. Que me haces senilmente feliz.
Que tus brazos sean los que hagan la curva perfecta alrededor de mi cuello y cintura. Que tus manos sean las únicas que acaricien mi pelo con tal ternura y suavidad. Que tu mirada sea la que entorpezca mi hablar y que tus labios - dulces y frenéticos - permanezcan siempre complementando los míos.
El avión ya partió - y tiene que ser avión, pues, es más rápido que cualquier otro medio para viajar, tal cual ésto -. Las maletas cada vez más hinchadas de amor están. El día está claro y completamente apto para tus (nuestras) locuras. Es el tiempo. Sigamos construyendo estos bellos recuerdos. Sigamos. Sí, no pares. No pararé. No me detendré. Seguiré. Seguiremos recorriendo el mundo que paulatinamente Papá crea para ti y para mí. Mejor aún, para nosotros. ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario